Permite educar en lo visible y en lo invisible
La reforma de la Ley de Educación ha colocado la asignatura de religión en primera línea de debate en España. En efecto en las últimas semanas n las que se producen constantes discusiones en los
medios de comunicación sobre este tema.
En no pocas ocasiones, los defensores de la asignatura de religión han dado argumentos buenos pero poco eficaces. Y es que el debate no se centra en si los hijos de los padres que no son creyentes deben ir a clase
de religión. El debate es si los no creyentes están dispuestos a dejar
que los padres creyentes puedan elegir la clase de religión para sus
hijos.
Y aterrizando en los números y en la realidad de nuestra provincia, lo cierto es que en el presente curso, en torno al 90% de padres de niños de educación infantil y primaria de la sociedad albaceteña, piden que sus hijos asistan a clase de Religión Católica. En Educación Secundaria este porcentaje se sitúa por encima del 60%. En total, más del 80% de alumnos cursa la clase de Religión Católica.
Y aterrizando en los números y en la realidad de nuestra provincia, lo cierto es que en el presente curso, en torno al 90% de padres de niños de educación infantil y primaria de la sociedad albaceteña, piden que sus hijos asistan a clase de Religión Católica. En Educación Secundaria este porcentaje se sitúa por encima del 60%. En total, más del 80% de alumnos cursa la clase de Religión Católica.
Ramón Sanchez, Delegado Diocesano de Enseñanza, nos habla de las razones por las cuales la escuela pública ha de ofrecer los espacios llamados "clase de religión", en este artículo de la hoja dominical de este domingo que lleva el sugerente título : "Permite educar en lo visible y en lo invisible"
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