sábado, 5 de octubre de 2013





Dedicamos nuestro post a los maestros en motivo del Día Mundial del Profesor.

Queremos recordar que esta figura tan importante en la educación de nuestros hijos debe contar también con nuestro apoyo, ya que los padres y el profesor serán los pilares sobre los que se construirá la educación de los hijos.

Es en la escuela donde los niños interiorizan gran parte de sus experiencias y aprendizajes, pero esto no significa que los padres tengamos que olvidar la responsabilidad que tenemos sobre la educación de nuestros hijos, es cierto que la familia ha dejado de ser el único foco educativo para el niño y ante esta situación es correcto afirmar que los padres cedemos parte de las responsabilidades en profesionales, en este caso, los maestros; pero no debe olvidarse que la plena responsabilidad les corresponde a los padres. La educación de los hijos empieza en casa Sin lugar a dudas, es en el seno familiar donde se inicia y fomenta la educación de los hijos. En ella se aprenden y adquieren los hábitos y las normas que regirán el comportamiento futuro del niño, marcándole una personalidad propia. En el ámbito familiar es necesario que el niño respete y aprenda a convivir con todos sus miembros integrantes. Aprende de ellos, les observa y se identifica. Según la forma en que actúe y responda la familia frente a circunstancias concretas, el niño se forjará una escala de valores que le servirán para actuar de manera consecuente según lo haya interiorizado y asimilado. Él niño debe tener siempre presente que los demás miembros de la familia necesitan de su colaboración; mediante el buen aprendizaje de los hábitos podrá participar en las actividades cotidianas de la familia. 

Tanto la familia como la escuela son parte activa en la educación del niño. Éste toma de ambas partes puntos de referencia que le ayudan en su desarrollo tanto conductual como intelectual. Por ello resulta tan necesaria la colaboración entre las dos partes. Es importante que la escuela sepa cómo actúan los padres frente a su hijo, y éstos deben conocer la actuación de la escuela.  Ambas partes en colaboración pueden mejorar el rendimiento del niño.
 
Existen otros niveles de comunicación que ayudan a integrarse en la realidad escolar, reuniones generales de escuela, consejos de padres y otras. Con la participación de los padres en la escuela, mejora, sin duda, la calidad de la enseñanza. Esta colaboración entre padres y maestros es imprescindible para conseguir que la educación de los niños alcance un buen nivel.

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