domingo, 29 de noviembre de 2015




RECUPERANDO EL ADVIENTO


El Adviento es tiempo de prepararse, tiempo de anticipar, con ilusión, algo bueno…Es el tiempo del deseo,  de las promesas que llenan de expectativas. Un tiempo para ilusionarse:

“Levantaos, alzad la cabeza. Se acerca vuestra liberación” (Lc 21,28)



El Adviento tiene su propio ritmo, su propia historia, su propio encanto.

¡Qué bueno es tener motivos para esperar! No pasa nada si nos falta algo, si hay heridas, si en algún momento la vida va achuchada. En realidad hay etapas en las que lo importante es escuchar la promesa de algo bueno. Y creerla, si quien promete es alguien de fiar (Dios lo es).

Llegará la sanación para las heridas. Llegará la luz para disipar las sombras. Llegará la paz a las personas. Llegará el amor a poblar las soledades. Llegará la palabra a tender puentes. Llegará el descanso, compartido. Llegarán nuevas ideas, nuevas canciones, nuevos proyectos. Llegará Jesús.


Que aprovechemos estas próximas semanas para vivir este tiempo con toda la hondura que nos ofrece.


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