27 de abril,
Jornada de Vocaciones Nativas 2014
"Misioneros por
Vocación" y
canonización de Juan XXIII
y Juan Pablo II
La
designación del II Domingo de Pascua, Domingo de la Divina Misericordia, para
la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II generó una manifestación de
alegría y acción de gracias en quienes tenían la certeza de que estos dos hijos
de la Iglesia habían vivido en plenitud las exigencias del Evangelio. Desde
entonces, en todos los ámbitos de la Iglesia, y también en el de la actividad
misionera, donde ambos pontífices han dejado su aliento y predilección, se ha
incrementado el deseo de acudir a su intercesión y seguir su ejemplo.
La
canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II coincide con la
celebración de la Jornada de Vocaciones Nativas. Pudiera parecer que son dos
acontecimientos que se yuxtaponen sin conexión alguna. En este supuesto, la
invitación de la Iglesia a orar y colaborar con las vocaciones nacidas en los territorios
de misión quedaría en la penumbra ante la resonancia social y eclesial de estos
santos tan singulares en nuestra reciente historia. Pero no es así, porque la
Providencia mueve los hilos de la historia de manera sorprendente; al
contrario, es una feliz coincidencia.
Como
nos recordó Juan Pablo II, no hay misión sin misioneros. Con la entrega total
de su vida, los misioneros son el Evangelio viviente, dando testimonio de
la presencia salvadora y amorosa de Dios en medio de todos los pueblos.
La vocación misionera se manifiesta en el deseo de extender el Reino a todos los pueblos, en el compromiso por participar activamente en la difusión de la fe, y en el acompañamiento de quienes se incorporan a la Iglesia a través del bautismo.
En este vídeo, algunos misioneros explican diferentes razones para invertir en misiones nativas
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