1.- ES IMPORTANTE DAR EJEMPLO
Las personas adultas somos un modelo de lectura para los niños. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.
2.- ES IMPORTANTE ESCUCHAR.
En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas. La curiosidad de los niños y de las niñas por los textos escritos se manifiesta mucho antes de que aprendan formalmente a leer. Rótulos, anuncios de la calle, etiquetas de productos, cuentos, periódicos, letreros de la ropa… son objetos que despiertan su interés. Los niños preguntan una y mil cosas sobre las letras, sobre su significado.Conviene prestar atención a estas preguntas espontáneas y no dejarlas sin respuesta. Y para ello, no es necesario esperar a que la escuela tome la iniciativa, aunque tampoco debemos “enseñar a leer”, porque estas enseñanzas son responsabilidad de los profesores. Se trata, sencillamente, de contestar a las dudas de los niños, a todas las que surjan: ahí, ¿qué pone?; ¿cómo se escribe mi nombre?; ¿y el tuyo?; ¿qué letra es esa?..Con nuestras respuestas, los niños empezarán a construir sus primeros conocimientos sobre la lengua escrita y descubrirán el placer que proporciona la lectura.
3.- ES IMPORTANTE COMPARTIR
El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos. No se puede amar lo que se desconoce. Si los niños no están en contacto permanente con los cuentos, si no dedicamos un rato todos los días a leer, si no les hemos contado las historias fantásticas de nuestra infancia, si no hemos leído en voz alta los relatos más emocionantes…, es difícil que los niños puedan apreciar el placer de la lectura.
4.- ES IMPORTANTE PROPONER, NO IMPONER.
Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación. La lectura no puede ser una obligación, porque, en ocasiones disfrute y obligación,discurren por caminos diferentes. Si nuestro objetivo es formar buenos lectores, crear amantes de la lectura, poco conseguiremos con imposiciones. Hay formas de despertar el interés por los libros en las que complicidad y sugerencia pueden dar mejores resultados.
5.- ES IMPORTANTE ACOMPAÑAR
El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer. Con frecuencia, las familias prestan más atención al periodo inicial de aprendizaje de la lectura que a los años posteriores, en los que los niños ya dominan el descifrado de las letras. Y, sin embargo, durante toda su formación como lectores el apoyo de los padres es fundamental.Aprender a leer no es tarea fácil. Supone un largo proceso de aprendizaje que abarcará toda la escolaridad, y en cada momento pueden aparecer nuevas dificultades. Un momento crítico para afrontar la lectura de textos diversos será cuando niñas y niños conozcan la traducción de letra a sonido, ya que, aparentemente, están en condiciones de descifrar todos los textos. Pero ¿están en condiciones de comprenderlos? En ocasiones puede suceder que el texto resulte demasiado largo, o que no sean capaces deseguir el hilo argumental, o que encuentren problemas en el vocabulario, o que no tengan suficientes conocimientos sobre el tema tratado, o que no sean capaces de ver el texto como unidad y tan solo asimilen ideas sueltas… Leer sin comprender no es leer.
6.- ES IMPORTANTE SER CONSTANTES.
Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura. La mejor manera de crear el hábito de la lectura es poniéndolo en práctica. La lectura frecuente, practicada con regularidad, puede ser uno de los mejores apoyos para crear un buen hábito de lectura.
7.- ES IMPORTANTE RESPETAR.
Los lectores tienen derecho a elegir; Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan. En líneas generales, los expertos indican los intereses más comunes entre los distintos grupos de edad (por ejemplo, los libros de animales están entre los favoritos de los más pequeños).
8.- ES IMPORTANTE PEDIR CONSEJO.
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosles una visita. Las bibliotecas y las librerías son lugares que deberían formar parte de los recorridos habituales de la familia. Desde pequeños, los niños deberían empezar a conocer su funcionamiento: las secciones, los libros recomendados, las promociones, la programación de actividades deanimación a la lectura… Se pueden hacer el carné de lector y pedir consejo a los profesionales: bibliotecarios, libreros o animadores. En ellas podrán pasar muy buenos ratos. En estas visitas es conveniente que los niños vayan acompañados por los padres.
9.- ES IMPORTANTE ESTIMULAR, ALENTAR.
Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.
10.- ES IMPORTANTE ORGANIZARSE.
La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca…En la familia, la falta de organización puede impedir que se den las condiciones adecuadas para leer: disponer de un momento relajado para la lectura o poder localizar los libros en el momento en que son necesarios. El orden es importante; sin rigidez excesiva pero con orientación suficiente para que haya tiempo y espacio para todo. Cuando los niños son pequeños, su organización depende casi exclusivamente de la nuestra: ¿qué tiempo dedicamos a la lectura?, ¿en qué momentos pueden prescindir de nuestra presencia?, ¿cuándo salimos con ellos?, ¿cuándo hay que ir a dormir?.. Sin ser excesivamente estrictos, un cierto plan en las actividades les ayudará a regularse e irá configurando su propio orden. Los niños toman como modelo nuestro orden y también nuestro desorden. .Conviene que, desde muy pronto, los niños vayan reservando un espacio de la casa para su biblioteca. En ella guardarán ordenadamente sus libros, repararán los estropeados,colocarán sus objetos y sus adornos. Como ayuda, podemos sugerirles procedimientos sencillos de clasificación de los libros.
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