Europa se plantea reformular el programa Erasmus en los próximos años para mejorar su eficiencia, optimizar recursos y fomentar la cooperación entre los diferentes sectores educativos que se acogen a estos programas de movilidad. La idea es, según avanza el vicepresidente de la Dirección General para la Educación de la Comisión Europea (CE), Xavier Prats Monné, «hacer un único programa integrado (a single integrated programme) que coordine conjuntamente la movilidad de docentes y alumnos tanto universitarios como de Formación Profesional (FP), además de unificar y potenciar la colaboración entre universidades, educación secundaria, formación de adultos y FP. «No significa que todas las becas tengan las mismas características sino que se gestionarán de forma conjunta, bajo un mismo paraguas. Se trata de unificar en un mismo programa otros que ya existían como el Leonardo para la FP, o los específicos que habían para las escuelas o los centros de educación para adultos», explica Prats.
Será un nuevo tipo de Erasmus articulado en base a tres ejes, «la movilidad, la cooperación y la innovación» y cuyo objetivo prioritario será «aumentar el valor de la inversión europea con el fomento de consorcios y colaboraciones». Otras de las metas de este nuevo programa internacional de intercambio serán «fortalecer la unión entre las medidas de reforma de los diversos sistemas educativos y de financiación, simplificar los instrumentos jurídicos e impulsar la sostenibilidad en el impacto de las reformas», según el responsable de la CE.
Por otro lado, el vicepresidente de la Dirección General para la Educación de la CE ha anunciado un incremento del 70% en el presupuesto de Educación para los próximos siete años, de 2014 a 2020. Así lo ha explicado en el acto «Repensar la educación. El impacto de la globalización» celebrado en la sede del Círculo de Economía de Barcelona, en el que ha avanzado que ahora la propuesta debe ser aprobada en los próximos meses por el Consejo de Ministros y el Parlamento europeo. «No sabemos cómo acabará pero confiamos en que hay un presupuesto y no hay peligro de que desaparezcan -las becas Erasmus-», ha afirmado, después de que se pusiera en riesgo la continuidad de estas ayudas en 2012 por un desacuerdo entre sendas instituciones, pese a que se garantizó la beca durante todo el 2013. Prats ha explicado que una de las ventajas del desacuerdo es que «todo el mundo se dio cuenta de hasta qué punto a los ciudadanos europeos les interesa tener un programa de intercambio de alumnos y profesores», ha subrayado. Así, la Comisión ha puesto sobre la mesa aumentar la partida en Educación en un 70%, con una inversión de 19.000 millones de euros, lo que reforzará el programa Erasmus, que se pretende que concentre todos los proyectos de movilidad. Si finalmente tirara adelante la propuesta, significaría «el mayor aumento de todos los capítulos presupuestarios del presupuesto de la UE», capital que se destinaría a movilidad, adaptación a las tecnologías de la información, cooperación, consorcios con empresas y alianzas sectoriales entre empresa y Formación Profesional (FP).
Nuevo ranking europeo
Las autoridades europeas se proponen tambien elaborar un nuevo «ranking europeo» de universidades que permita al 99% de los 4.000 centros europeos medir varios parámetros de su enseñanza como la implantación en el territorio, la satisfacción de los estudiantes, la calidad educativa y la transferencia de conocimientos. Se trata de «dar un instrumento de transparencia más importante a nivel de educación superior», que no sea una copia de los rankings ya existentes como el de Shanghái o el Times Higher Education, que miden esencialmente las capacidades de investigación de la universidades.
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